ROGER WILLIAMSON
Roger nació el 2 de febrero de
1948 en Leicester (Gra Bretaña). Fue, al igual que sus coetáneos Tony Brise y Tom Pryce, una promesa truncada del automovilismo británico de
los años setenta. Se inició en la
competición estimulado por su
padre con un Mini 850. Tom
Wheatcroft, propietario del
circuito de Donington Park, lo convirtió en su protegido. Roger ganó catorce carreras en 1968. En 1971 se inició en la Fórmula 3. A pesar de su inexperiencia siempre estuvo entre los pilotos punteros con su March 713. En 1973 corrió en Fórmula 2 con un GRD, año en que dominaban en la categoría los March, no obstante obtuvo magníficos resultados en Misano y Monza.
El objetivo de Roger era la temporada 1974 de Fórmula 1, por lo que para irse adaptando contrató, gracias a Wheatcroft, un March STP dos carreras el año anterior. Debutó en Silverstone, en el XXVIº John Player British Grand Prix, pero quedó fuera de la carrera al involucrarse en él accidente que ocasionó un apasionado Jody Scheckter. Dos semanas después, en el XXº Grote Prijs Van Nederland, en Zandvoort, cuando marchaban 13º y 14º Roger y su compañero Purley, en la octava vuelta, posiblemente uno de sus neumáticos falló, enviando su automóvil contra un guardarrail situado inadecuadamente, que le catapultó, volando unos 75 metros. Su March quedó volcado, boca abajo, ardiendo, con Roger atrapado en la cabina. Aunque parezca increíble, nadie vino en su ayuda, sólo un valiente David Purley que intentó dar la vuelta a su monoplaza.
El resto de sus competidores, compañeros, pasaron una y otra vez
sin hacer nada. Roger falleció ese 29 de julio a los veinticinco años
de edad. David fue condecorado por su valiente comportamiento con la George Medal. Hubo reproches acerca de la actuación de las asistencias oficiales, menos decididas que el propio Purley.
Trasladado al hospital de Bloemendaal, Roger ingresó cadáver,
pero no había muerto por los traumatismos del choque, sino por
haber permanecido tres minutos en el infernal brasero de su March
en llamas, como reveló la autopsia.
Su sponsor, Bernard Tom Wheatcroft, indignado, llegó a afirmar que la omisión de auxilio "equivalía a un asesinato." Williamson, ya un valor seguro, tenía veinticinco años; en Inglaterra se le consideraba la única gran esperanza británica para la Fórmula 1, junto a James Hunt (campeón del mundo en 1976).
Roger empezó practicando karting y siguió en las clásicas
pruebas británicas con saloon cars (BMC Mini, Ford Anglia) preparados por su padre, antiguo corredor motociclista.
Con medios extremadamente precarios (un viejo Cooper), pasó a la Fórmula 3 donde, una vez conseguido material competitivo (March 713, GRD 372 Holbay) gracias al patrocinio de Tom Wheatcroft, brilló a gran altura (obteniendo el campeonato británico 1971, 15
victorias y el campeonato Shell 1972). Probó después la
Fórmula 5000 y la Fórmula 2 (victoria en el Gran Premio de la
Lotería, en Monza, con su MarchBMW), hasta llegar a la
especialidad reina con un March 731 - Ford Cosworth en 1973.
En 1973, el piloto privado Roger Williamson disputó su segundo Gran Premio de Fórmula 1 en Zandvoort con un March 731 de alquiler, auspiciado por el STP March Racing Team.
Por un problema mecánico partió desde la última posición no obstante remontó posiciones hasta que en la séptima vuelta un pinchazo en el neumático delantero izquierdo le hizo colisionar contra el muro a más de 200 kmh.
Fruto del impacto su monoplaza atravesó la pista desplazanándose
casi trescientos metros, volcando y quedando vuelto hacia abajo.
El frágil depósito de combustible sufrió un fuerte impacto que hizo
derramar el carburante, incendiándose inmediatamente.
En seguida el March comenzó a arder. Tras Roger circulaba otro
piloto privado también con un March 731 - Ford Cosworth, David Purley, ex paracaidista del ejército británico.
David no se lo pensó dos veces y al ver lo ocurrido detuvo su
monoplaza, atravesó la pista y corrió hacia el pobre Roger en
llamas, que se encontraba consciente y atrapado ya que su March.
David desesperado intentó dar la vuelta al monoplaza a fin de
extraer a Roger, mientras los monoplazas seguían compitiendo y las
cámaras de TV seguían emitiendo.
Varios comisarios llegaron al lugar de la tragedía pero mal
equipados no sabían cómo actuar por lo que el propio David
arrebató a uno de ellos un extintor en un vano intento por apagar el
incendio.
Roger falleció asfixiado y su monoplaza fue devorado por las llamas.
David de un lado a otro de la pista iba llorando impotente.
Pasaron más de dos minutos desde que comenzó el fuego hasta
que el equipo de bomberos llegó al lugar de la tragedia. Apagaron
las llamas, dieron la vuelta al monoplaza y taparon sus restos
mientras la prueba continuaba.
Años mas tarde David manifestó que oía a Roger pidiéndole ayuda
gritandole “¡por Dios Santo, David, sácame de aquí!”.
David , amargamente, dijo “no pude voltearlo. Simplemente no
pude. Pude ver que él estaba vivo y lo oía gritar, pero no pude
voltear el monoplaza. Traté de que me ayudaran y si hubiera podido
voltear el monoplaza Roger estaría bien, pudimos haberle sacado”.
Los medios informativos y el público alabaron la actuación de David
que, fue aclamado como un héroe y lo definieron como un ejemplo
de gran amistad.
David recordaba que “se hicieron estos comentarios de ‘rl piloto
tratando de salvar a su amigo’, pero ese no fue el caso, yo casi no
conocía a Roger”.
¿Qué llevó a David a poner en riesgo su propia vida por alguien al
que apenas conocía? “Fue una acción reflejo”, aseguró. Haciendo
referencia a su pasado en el ejército británico, recordó que durante
una guerra “si uno veía un tanque ardiendo trataba de ayudar a
quienes estaban dentro, y fue lo mismo en el circuito de Zandvoort.
Era un asunto de un hombre que necesitaba ayuda”.